lunes, 1 de agosto de 2011

¿Conciencia?

Hay un tema que me resulta muy curioso sobre el funcionamiento moral. Es eso que llaman "conciencia tranquila". Si lo visualizo, se me asemeja al funcionamiento de una fosa séptica o pozo negro. Mientras se mantenga hermética, todo va perfecto, pero si se llena o hay una fisura, se terminó la tranquilidad.
Cada vez creo menos en la existencia de las conciencias tranquilas, pienso más bien que se trata únicamente de conciencias dormidas. Como dijo Gregory Bateson, "lo que intriga no es que haya algo llamado inconsciente sino que haya algo parecido a la conciencia".


Definitivamente, creo que funciona como una "caja negra", algo inaccesible, es una tapadera perfecta derivada de una conclusión a la que se llega con un pobre razonamiento, más bien un "no razonamiento", pues en realidad es una reacción emocional, una de esas que sirven para "salvarnos el culo ante los demás". Así, ante un conflicto interpersonal, algunos piensan que si son los primeros en decir que su conciencia está tranquila el problema será de otro,


¿quién podría dudar de un "perspicaz" autoanálisis que concluye de manera tan tajante?


¿Quién mejor que uno mismo para saber lo tranquila y suave y tersa que se halla su conciencia?



Entonces, ¿de qué se compone la conciencia tranquila?. Básicamente, creo que se trata de un análisis interior automatizado, una mirada para sí, donde lo que se resalta es la emoción agradable que se consigue tras haber juzgado como necesaria o buena una acción o una "no acción" (y esta segunda opción es la que más abunda). Lo que manifiesta es una falta de rigor en el análisis, puesto que sólo se atiende a la visión propia, al "yo me quedé a gusto", por eso decimos que debe ser algo bueno, porque de lo contrario nos haría sentir mal, como cuando los demás saben que de verdad hicimos algo malo.




Estoy convencido de que toda conciencia tranquila es sobre todo una conciencia dormida.


Es un componente central en el Autoengaño que manejamos cada día para seguir adelante. Es como una reacción de gatillo que nos previene del malestar, de la culpa, de la vergüenza, del castigo, de todas las cosas malas que podrían acaecer de juzgarnos como seres con la conciencia intranquila. Porque moralmente (influenciados por la religión), hemos aprendido que los que no tienen la conciencia tranquila son los que hacen cosas malas, los malintencionados, sobre todo los "otros", nunca los "nosotros".




¿Quienes hacen más ostantación de sus conciencia tranquilas?




Los políticos



Los banqueros


Los psicópatas



AH!! Y las "buenas personas" (el tipo de buena persona que dice de sí mismo "soy buena persona" y añade "y tengo la conciencia muy tranquila".




Las otras buenas personas, las de verdad, sencillamente no lo dicen.




Me alegra encontrar en el camino a estas buenas personas, las hay, sí que las hay, es verdad, pero cada una de ellas me parece dejar traslucir a medida que las conozco más, cierta intranquilidad en su ánimo, cierto sufrimiento, cierta desazón. Sobre todo, suelen ser personas que no alzan la voz para comunicarnos que su conciencia está tranquila. Porque la dignidad no se grita, se percibe o no se percibe, se manifiesta con acciones o no se manifiesta. Si alguien nos enfatiza la tranquilidad de su conciencia yo me pongo a dudar del asunto...igual que si alguien me dijese lo inteligente que es, lo trabajador que es, lo que sea que sea, tan bueno como sea.




Si lo es, la verbalización autoafirmante es una tautología, una repitición innecesaria, implica una necesidad de confirmación en el otro, lo que de por sí debería alertarnos al respecto.




Y no es cuestión de sospechar del otro por sistema, es sólo que me desagrada que alguien pueda hacer alarde de algo tan intangible como su propia conciencia, sobre todo para manifestarme que se halla tranquila. Me pasaría lago parecido si alguien que me dijese "mi ropa interior está limpia". Es algo que no deja lugar a mucho comentario posterior, al menos a ningún comentario que no sea un poco irónico.



Ya sólo esa afirmación pensada sobre mí mismo me produce una reverberación que me desajusta y me revuelve lo que sea la conciencia....en fin, lo raro no es que haya un inconsciente,no, lo definitivamente raro es que haya una conciencia.



Y por fin, es verdad, mi conciencia no está tan tranquila, yo no puedo tener esa conciencia y menos hoy en día, cualquier cosa que sea la conciencia, no creo que pueda unirse al adjetivo tranquila, conciencia es otra cosa, pero sobre todo, es una invitación al silencio y a la acción, no a las palabras huecas.



Por eso, ya me callo